Ya iniciando este nuevo año, nuestro deseo para tod@s es recuperar el vínculo con la tierra y estas palabras de la científica, botánica e indígena Robin Wall Kimmerer, publicadas por Capitan Swing, nos invitan a reflexionar y por ello las queremos compartir contigo:
“Saber que tú amas la tierra te transforma, te activa para defenderla y protegerla y celebrarla. Pero cuando sientes que la tierra te ama a ti también, ese sentimiento convierte una relación unidireccional en un vínculo sagrado” pág 145
“La gente me pregunta a menudo qué recomendaría para restaurar la relación perdida entre la gente y la tierra. Mi respuesta es casi siempre la misma: “Plantar un huerto”. Es bueno para la salud de la tierra y de la gente. Un huerto es un vivero para recuperar vínculos, suelo en el que cultivar el respeto y la reverencia. Y su poder rebasa los límites de la tierra labrada: si estableces una relación con una parcela de tierra, esta relación se convierte en semilla.
En un huerto siembre está sucediendo algo esencial. Una persona incapaz de decir “te quiero” en voz alta (a la tierra) puede decirlo con semillas. Y la tierra le corresponderá, si no con palabras, con un racimo de judías escarlata” pág 147.
Nuestro huerto en Castielfabib nos correspondió el año pasado con un racimo de judías manteca, una variedad que se cultivaba en la comarca y que estamos recuperando gracias a las semillas que nos ha cedido el Banco de Germoplasma del CITA de Aragón.